La Paz y sus valiosos enclaves naturales
El trayecto que hacemos todos los días en un bus de servicio público, de una dirección a la otra puede resultar monótono y hasta aburrido, sin embargo si cada uno de nosotros pondríamos énfasis en la observación del paisaje natural, redescubriríamos nuevas facetas de la ciudad.
El imperante geográfico de la hoyada se diluye por todo lo ancho y largo de la ciudad, que se mezcla con la masa construida por el hombre, en este proceso, algunos espacios naturales han podido subsistir a las maquinas aplanadoras y se yerguen aun imponentes dentro del paisaje urbano. Pero no solamente hablamos de montañas y colinas, sino también de quebradas, riachuelos, pequeños valles con flora y fauna única del lugar, etc.
Estos lugares están repartidos por toda la ciudad, están dentro de las laderas este y oeste, están en las pendientes de Llojeta, de Auquisamaña, de Ovejuyo junto al bellísimo Valle de las Animas, están en Mallasa y su Valle de la Luna, en Kantutani alrededor del Cementerio Jardín, en fin son tantos estos lugares que sería necesario realizar un gran inventario para promover su protección y su revalorización, pues en la actualidad son vulnerables ya sea al loteamiento o a la fiebre inmobiliaria.
En resumen, estos enclaves podrían brindar a los ciudadanos, nuevas alternativas de esparcimiento – tal como se hizo con los parques ecológicos de Pura Pura y Auquisamaña – mientras que para los que visitan la ciudad, se tratarían de nuevos atractivos turísticos que pondrían en evidencia ese contraste entre lo natural y lo artificial, que no deja de sorprender a la mayoría de los foráneos, pues si mas no recuerdo, son muy pocas las ciudades en el mundo que han sido construidas dentro de un cañón.
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Cementerio Jardin |
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Ovejuyo |
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Inca Llojeta |
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Llojeta Bajo |
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Ladera Oeste |
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Colinas rojas de La Florida |
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Valle de las Animas |
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Llojeta |
Fotografias: luistigre.blogspot.com - lapaz en fotografia en facebook - fuente propia
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